TCHOKWE
TCHOKWE | 64 x 54 cm | Mixta sobre tela | 1997
Los tchokwe (Angola, Congo y Zambia) reconocen a Kalunga como dios supremo y creador. En su entorno conviven los espíritus de la naturaleza y de los antepasados, a quienes llaman mahamba.Son espíritus muy próximos que requieren atención y culto, capaces de negar la protección a sus gentes, e incluso de propiciar calamidades y enfermedades si se les relega al olvido. Son espectros tan necesitados de cuidado y adoración, que en ocasiones pueden ser invocados por el hechicero —wanga— para instar a las fuerzas del mal. En esos casos los tchokwe acuden al médico-adivino, nganga, para contrarrestar al espíritu maligno. En ese entorno de magia y ritual aparecen las máscaras Pwo y Chihongo, la representación del espíritu femenino y masculino. Un matrimonio místico. Ambas máscaras tiene formas claramente diferenciadas y contienen una amplia variedad
de escarificaciones en la frente, nariz, pómulos y barbilla. No obstante, un tipo de escarificación está siempre presente: la forma cruciforme Cingelyengyel, que tal vez sea una mera adaptación indígena del símbolo de la Orden de Cristo llevada por los portugueses en el siglo xvii.
The Tchokwe (Angola, Congo and Zambia) recognize Kalunga as supreme god and creator. In their world, the spirits of nature and those of their ancestors, who they call mahamba, live together.They are very close spirits who need attention and cult, capable of denying protection to their people, and even of causing calamities and diseases if they are forgotten. They are spectres that are so needful of care and adoration that on occasions they can be invoked by means of false flattery,by the witchd octor —wanga—, to urge the bad forces. In such cases the Tchokwe go to the doctor-fortune-teller, nganga, in order to counteract the malign spirit. In this environment of magic and ritual appear the masked Pwo and Chihongo, the representation of the feminine and masculine spirit; a mystical marriage. Both masks have clearly differentiated shapes and contain an ample variety of grooves on the forehead, nose, cheekbones and chin. Nevertheless, one type of groove is always present: the Cingelyengyel cruciform shape, which perhaps is a mere indigenous adaptation of the symbol of the Order of Christ, carried there by the Portuguese in the 17th century.